sábado, 27 de junio de 2015

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro - 27 de junio

Plinio Corrêa de Oliveira

La devoción a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro nació en la isla de Creta. Esto explica la influencia bizantina que se nota en la imagen. Las personas representadas en esta imagen pueden impactar la sensibilidad moderna acostumbrada a los santos representados con caras de muñecas. Esta imagen fue hecha en tiempos diferentes y es muy expresiva.

La devoción a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro fue difundida en la Iglesia por los padres redentoristas. Es una muy bella invocación puesto que expresa la invariable misericordia de la Virgen para con nosotros. Perpetuo Socorro significa una asistencia, un acto de misericordia, un acto de piedad ininterrumpida hacia nosotros que nunca cesa. La palabra nunca significa que esta asistencia no cesará en ningún lugar, en ningún momento o por ninguna razón. Es decir, incluso si una persona se encuentra en la peor situación posible, Nuestra Señora siempre ayudará si uno le reza a ella.

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
La imagen, como los Sres. ven, tiene un fondo de oro. Estos fondos de oro sin adornos se usaban característicamente en las pinturas del antiguo Imperio Romano de Oriente y durante parte de la Edad Media. Los ángeles músicos de Fray Angélico, por ejemplo, tienen un fondo de oro. El fondo de oro se utilizaba cuando se pintaban personajes muy importantes. El arte occidental normalmente coloca un gran dignatario en una silla ornamentada, en una elegante sala, o de pie junto a una ventana graciosamente cubierta con cortinas o en un hermoso escenario al aire libre. La mentalidad oriental prefiere colocarlos fuera del tiempo, inmersos en esplendor, es decir, con un fondo de oro.

El oro, por lo tanto, representa la gloria de la Virgen como Reina de los Cielos. Ella tiene una aureola alrededor de su cabeza, que también es de oro, al igual que el Divino Infante. Sobre la aureola hay una corona de oro con incrustaciones de piedras preciosas. Las coronas de la Virgen y del Niño Jesús tienen una forma similar. La base de cada una se cierra alrededor de la cabeza, tiene un borde fino, y está cubierta con fabulosos diseños ornamentales. En el borde hay rubíes incrustados, en la capa media arcos ornamentados con zafiros, y en el nivel superior una fila de esmeraldas y diamantes. Yo no consigo distinguir con precisión en esta reproducción en particular. La corona del Niño sigue exactamente el mismo patrón.

Nuestra Señora lleva un manto azul profundo que le cubre los hombros y la cabeza. Por debajo de la corona y sobre la frente hay una estrella refulgente de piedras preciosas; a su izquierda hay un diseño de oro que se parece una estrella o una cruz.

Si los Sres. observan con cuidado, verán que la Virgen lleva una túnica roja bajo su manto azul. El rojo aparece en el cuello y en los extremos de las mangas. Esta túnica roja se cierra en su cuello con una exquisita banda de diamantes.

El Niño Jesús está sentado en el brazo izquierdo de la Virgen. Él descansa cómodamente en sus brazos, como un niño que está muy acostumbrado a estar cerca de su madre y que le gusta estar allí. Él está, sin embargo, distraído con otra cosa a donde dirige su mirada. En mi opinión el artista cometió un error al representar al Niño. Se parece más a un niño de siete u ocho años de edad, en lugar de un bebé que debe ser llevado en los brazos de su madre. Por cierto, esta imagen no es considerada una obra de arte. Es considerada como una excelente obra de piedad con algunos muy buenos puntos artísticos y algunos defectos.

El niño tiene una cinta rosa con una túnica verde. Él también tiene un manto que cae naturalmente cerca de la mano izquierda de la Virgen haciendo numerosos pliegues bien doblados. Casi todos los pliegues de la imagen me parecen muy bien situados y naturales.

Hay dos ángeles presentándole al Niño los instrumentos de la Pasión; a la izquierda un ángel con una túnica roja y un manto verde le muestra la lanza y la esponja con hiel, a la derecha, un ángel vestido con una túnica roja le muestra una cruz de tres brazos y los clavos.

¿Qué se puede decir de todo esto?

Los rasgos de la Virgen son muy
expresivos
Los rasgos de la Virgen son muy expresivos. La imagen la muestra en una actitud muy maternal. Ella es una madre que sostiene a su Hijo con una extraordinaria intimidad y un notable cariño. Esto demuestra la familiaridad de la Virgen con el Dios-Hombre. Al mismo tiempo, ella tiene una mirada de profundo recogimiento que transmite el respeto y la veneración que ella siente por él. Ella le está orando mientras lo sostiene. Ella está segura de que está sosteniendo al mismo Dios encarnado en sus brazos.

Partes de la cara de nuestra Señora no están bien pintadas. El cuello parece algo demasiado rígido. La boca es delicada, pero la nariz es tal vez un poco demasiado larga. Estos son varios puntos que no permiten que la imagen sea considerada como una obra de arte perfecta. Pero son defectos secundarios, porque un arte auténtico está presente en la recogida expresión de su fisonomía, en su noble postura, y en el afecto que la pose revela.

La posición de las manos simbolizan
su dependencia a Ella
La imagen es rica en simbolismo. El manto azul oscuro representa la maternidad, mientras que la túnica roja simboliza la virginidad. Por lo tanto, representarla usando el rojo y el azul muestra que ella es a la vez Madre y Virgen. Es una manera delicada de insinuar el milagro de su virginidad de antes, durante y después del parto.

Para mí, el simbolismo más conmovedor es el gesto del niño que sostiene la mano de la Virgen. Su mano derecha está detrás de su pulgar y su mano izquierda dentro de la mano de una manera que permite controlar la mano de la Virgen sobre las manos del Divino Infante. Simbólicamente, quien sostiene las manos de otro lo sostiene enteramente. Por lo tanto, esta forma de presentación de las manos del Infante expresa que ella puede hacer todo lo que quiera con él; todo lo que ella le pide, Él lo acepta; ello expresa el poder de su oración. Con gran facilidad el artista representa la dependencia del Niño-Dios sobre nuestra Señora.

Una característica de este icono bizantino es que mientras que el simbolismo es muy rico, éste no dice lo mismo a todos. Los símbolos están ahí para ser descubiertos por quienes pasan un tiempo analizándolos y contemplándolos.

Un ícono plateado de Nuestra Señora
del Perpetuo Socorro
Los dos ángeles representan la Pasión que el Niño habrá de sufrir. Ellos le están profetizando su Pasión. Es decir, se nos invita a ver en Él al Redentor de la humanidad, el que era esperado por los Profetas para salvar a la humanidad.

También hay un detalle muy pintoresco: es la sandalia colgando del pie izquierdo del Niño por una sola cuerda. Ello simboliza al pecador que todavía está vinculado a Nuestro Señor por una última cuerda: la devoción a la Virgen.

Las iniciales griegas en la parte superior de cada lado de la corona la Virgen significan “Madre de Dios”. Las iniciales sobre el ángel en la parte superior izquierda dicen “San Miguel Arcángel”, el de la derecha, “San Gabriel Arcángel”. Debajo del ángel de la derecha están las iniciales griegas para “Jesucristo”.

La estrella en el velo de la Virgen indica que ella es la estrella del mar, la guía en esta vida para llevar a todos los que quieren llegar al puerto de los cielos.


Pidámosle siempre a nuestra Señora que nos proteja con su perpetuo socorro y misericordia.
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